México, 17 sep (EFE).- Los secuestradores son "psicópatas" incurables que disfrutan de la impunidad y el poder de someter, humillar y asesinar a sus víctimas sin remordimiento, según la psicóloga mexicana Luz García López, que ha investigado los patrones de comportamiento de estos criminales.
"Los secuestradores son psicópatas que no se van a readaptar jamás", aseguró hoy la especialista en una entrevista.
Estas conclusiones son resultado de un trabajo de investigación de más de cinco años, que incluye 178 entrevistas a delincuentes de alta peligrosidad que cumplen sentencias en las cárceles de México, uno de los países con mayores índices de secuestros del mundo.
La psicóloga indicó que para su trabajo conversó abiertamente con secuestradores, homicidas, violadores, traficantes de drogas, pederastas, abusadores de menores y ladrones.
Una abrumadora mayoría accedió a expresar sus opiniones de manera abierta, debido a que todos cumplen ya una sentencia y sus delitos han sido demostrados, además de que, según García, la vida en la prisión para ellos es "muy aburrida" y sus niveles intelectuales son bajos.
Con estas entrevistas, logró elaborar perfiles de varios tipos de criminales, entre ellos de los secuestradores, quienes "tienden a disfrutar su actividad, el acecho a la víctima y el análisis de su capacidad económica para pagar el rescate, o del estudio de sus costumbres".
García indicó que el secuestrador siente una gran satisfacción al doblegar a los familiares de una víctima mediante actos de crueldad.
Relató que uno de sus entrevistados contó con "un placer extraordinario de su capacidad y bravura" cómo obligó a un comerciante a someterse a sus exigencias después de enviarle el dedo mutilado de su esposa.
Añadió que, aunque el secuestrador tenga cómplices, siempre cuenta sus fechorías en primera persona, con una visión egocéntrica, con jactancia de su habilidad.
Además, explicó que otro de sus entrevistados fue un joven que raptó a su patrón, un comerciante de ropa, y lo asesinó debido a que su cómplice no cumplió con la norma de mantenerlo vendado para evitar que el secuestrado los reconociera.
La especialista indicó que los secuestradores son personas de cualquier clase social que no tuvieron una formación ética sobre las obligaciones, por lo que desarrollaron una actitud perversa que siempre busca romper las reglas de convivencia social.
"Aunque vivan bien, aunque tengan riqueza, no hay dinero que satisfaga al perverso, su deleite es el quebrantamiento de las normas, eso los hace sentir vivos, no lo hacen por dinero sino por placer", aseguró la psicóloga.
Recordó que Daniel Arizmendi, un delincuente conocido como el "Mochaorejas" (cortaorejas) confesó que no sentía nada cuando cortaba esas partes del cuerpo a sus víctimas, pues solo le preocupaba su madre.
La psicóloga aclaró que las personas con personalidad perversa o psicópata abundan en la sociedad, pero solo los más ignorantes y tontos llegan a la cárcel, pues los más brillantes y cultos se relacionan bien políticamente, y ocupan cargos y puestos desde donde quebrantan las normas.
Ninguno de los secuestradores entrevistados se arrepintió de sus crímenes y, al no experimentar arrepentimiento ni piedad, ni culpabilidad ni lástima, pueden someterse a los polígrafos sin problemas, reveló García.
Afirmó que los secuestradores son personas muy desleales que rompen cualquier acuerdo con los familiares o con sus cómplices.
En México, este delito se ha convertido en una de las actividades criminales más lucrativas junto con el narcotráfico y, según datos de las autoridades, entre 2002 y 2007 fueron secuestradas 3.628 personas en el país.
El secuestro y posterior asesinato del adolescente Fernando Martí, hijo de un importante empresario, fue el detonador de una movilización social en el país para exigir a las autoridades que frenen la acción del crimen organizado, que ha causado unas 3.000 muertes este año, según cifras extraoficiales.
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